Entro junto a Akon en el despacho empujando la puerta violentamente. Despues me dejo caer en un sillon dolorida por la cantidad de chakra perdido. Akon se me puso a mi lado, mirandome con expresion tranquila.
"Te dije que no fueses imprudente... Escapamos de milagro."
No le preste mucha atencion y comence a comerme un tazon de ramen para recuperar fuerzas.
De momento iremos a la aldea oculta del Sonido... Puede que el Otokage quiera aliarse con nosotros.
Dije levantandome ya repuesta y volviendo a salir.